martes, 29 de enero de 2008

"La Lechera y el Cántaro de leche"

Género: Fábula
"La Lechera y el Cántaro de leche".
Autor: La Fontaine.
Iba la Lechera con su cántaro bien puesto en la cabeza, pensando a la ciudad llegar sin ninguna novedad. Ligera caminaba a grandes pasos porque llevaba un vestido simple y calzado cómodo. Nuestra lechera imaginaba ya lo que obtendría con la venta de su leche y en qué podría gastar tal cantidad. Compraría un centenar de huevos, y con asiduo cuidado haría tres polladas.
Me será fácil, se decía, criar los polluelos; por muy listo que sea el zorro me dejará bastantes para comprar un cerdo. Engordarlo será cuestión de un poco de salvado; además; cuando lo compre ya estará bastante gordo. Al revenderlo, obtendré mucho dinero nadie me lo impedirá, después de tanto esfuerzo; luego pondré en el establo una buena vaca con su becerro y lo veré saltar en medio del rebaño. Al decirse esto, la lechera saltó también de alegría; el cántaro cayó y la leche se derramó. Adiós becerro, vaca, cerdo y polluelos. La dama de tantos bienes ve como su fortuna toda se va por los suelos. Con su marido se excusa y por poco se salva de una buena tunda. Esta historia aquí termina. ¿Quién no se hace ilusiones? ¿Quién no construye castillos en el aire?
Todos, desde el soberbio Pirro hasta la lechera, los sabios, así como los locos, nos entretenemos con un poco de fantasía. ¿Quién no sueña despierto?
Conclusión: Una halagadora ilusión se apodera de nosotros cuando soñamos despiertos; todos los bienes del mundo nos pertenecen, todos los honores, y también las glorias; hace bien de vez en cuando soñar despierto. Pero atención, no te dejes del todo llevar pues algún incidente te hará despertar y volverás a ser Juan el mismo de antes.

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