lunes, 21 de enero de 2008

Sophie Scholl, una gran mujer


hola a todos!! como va la segunda semana de clases? espero que super bien, que el semestre esté lleno de cosas positivas y grandes metas.

Mi héroe es Sophie Scholl, una mujer alemana que cambió el curso de la historia durante la Segunda Guerra Mundial

Sophie era una mujer de grandes convicciones, honesta y, más que nada valiente, esta es su historia:

Sophia Magdalena Scholl
(Nacida el 9 de mayo de 1921 en Forchtenberg (Baden-Wurtemberg), Alemania - Ejecutada en Munich el 22 de febrero de 1943). Dirigente y activista anti-nazi del movimiento Rosa Blanca en la Alemania Nazi.
Era hija del alcalde de Forchtenberg am Kocher cuando ella nació, siendo Sophie la cuarta de cinco hermanos. Comenzó el colegio con siete años y contó con una infancia libre de preocupaciones. En 1930 se trasladó, junto con su familia, a Ludwigsburg y dos años más tarde a la ciudad de Ulm donde su padre abrió una oficina de consultoría de negocios.
En 1932, Sophie comenzó secundaria en un colegio para chicas. A los doce años fascinada por el Nacionalsocialismo se apuntó a la Liga de Chicas Alemanas (BDM por sus siglas en alemán) organización femenina de las Juventudes Hitlerianas, al igual que la mayoría de sus compañeras de clase. Sin embargo, su entusiasmo inicial fue transformándose gradualmente en criticismo. Ella estaba al tanto del punto de vista también crítico de su padre, de sus amigos, al igual que algunos profesores.
El arresto de sus hermanos y amigos en 1937, por participar ilegalmente en el Movimiento Católico de las Juventudes Alemanas, la marcó fuertemente. Comprendió la visión agresiva del Nazismo y desde ese momento se hizo tenaz opositora al gobierno de Hitler.
En la primavera de 1940 finalizó sus estudios de secundaria.
En la primavera de 1941, comenzó un periodo de seis meses en el servicio auxiliar de la guerra como profesora de enfermería en Blumberg. El régimen de corte militar la llevó a pensar intensamente sobre la situación política y comenzó a practicar la resistencia pasiva.
Tras sus seis meses en el Servicio Nacional del Trabajo, en mayo de 1942 se inscribió en la Universidad de Munich como estudiante de Biología y Filosofía, acompañando a su hermano Hans Scholl, que estaba estudiando Medicina.
En Munich,Sophie se reunió con un buen número de artistas, escritores y filósofos, especialmente Carl Muth y Theodor Haecker, que fueron importantes contactos para ella y sus creencias cristianas.
La pregunta que más debatían era acerca de cómo debía actuar un individuo bajo una dictadura.
Durante las vacaciones del verano de 1942, Sophie Scholl tuvo que realizar trabajos de guerra en una planta metalúrgica de Ulm. Al mismo tiempo, su padre estaba en prisión por un comentario crítico que le hizo a un empleado sobre Hitler.
Empezaron a aparecer en Munich varias pintadas en las paredes y panfletos en la Universidad sobre un movimiento opuesto a la guerra, denominado "La Rosa Blanca". Sophie se sintió atraída de inmediato por este movimiento y no fue sino hasta semanas después que se enteró que su hermano Hans y sus amigos eran los miembros de este grupo que había comenzado con cinco integrantes y se extendió rápidamente por toda Alemania.
Fue Sophie la encargada de captar al Profesor Kurt Huber para el movimiento.
Con su apariencia inofensiva y discreto atractivo, Sophie se encargó de trasladar a otras ciudades propaganda del movimiento y ayudar a conformar células a nivel nacional. Pronto la Gestapo, policía política Nazi orientó sus investigaciones contra el grupo aunque sin una pista.
Hans y Sophie lideraban al resto del grupo, que incluía a Christoph Probst, Alexander Schmorell y Willi Graf. El profesor Kurt Huber, preparó las dos últimas series de folletos que distribuyeron los muchachos.
Los varones de la Rosa Blanca eran veteranos de guerra, habían sido testigos de las atrocidades nazis, tanto en el campo de batalla como en el Holocausto, y eran conscientes de que el revés que la Wehrmacht había sufrido en Stalingrado podría eventualmente llevar a Alemania a la derrota.
Tras un largo intervalo de inactividad en sus actividades en la segunda mitad de julio de 1942, la Rosa Blanca tomó una postura más enérgica contra Hitler en febrero de 1943, repartiendo las dos últimas series de folletos y pintando eslóganes anti-Nazis a lo largo de Munich, principalmente en las puertas de la Universidad ("¡Fuera Hitler!").
La última distribución tuvo lugar en la Universidad, la mañana del 18 de febrero de 1943, a fin de coincidir con la salida de clase de los estudiantes.
Con la mayoría de los folletos ya repartidos en lugares importantes, Sophie Scholl tomó la decisión de subir las escaleras hasta lo alto del atrio y lanzar los últimos folletos sobre los estudiantes. Fue vista por un conserje, quien era miembro del partido Nazi, y cerró las puertas del edificio de la universidad encerrando a los hermanos Scholl mientras llamaba por teléfono a la Gestapo quienes los arrestaron. Los otros miembros activos cayeron pronto en redadas a los amigos de Hans y Sophie, y tanto el grupo como todo aquel asociado con ellos fue interrogados.
Los Scholl y Probst fueron los primeros en comparecer ante el tribunal, el 22 de febrero de 1943. Se les encontró culpables de traición por Roland Freisler (el Juez Supremo del Tribunal del Pueblo de Alemania) y condenados a ser ejecutados en la guillotina ese mismo día.
Sus últimas palabras, justo antes de ser guillotinada por los nazis, fueron: "Sus cabezas caerán también".
Los otros miembros clave del grupo también fueron decapitados más tarde aquel verano. Amigos y colegas de la Rosa Blanca, aquellos que habían ayudado en la preparación y distribución de folletos, así como con dinero recaudado para la viuda e hijos pequeños de Probst, fueron sentenciados a penas de prisión entre los seis meses y los diez años.
Sin embargo la organización continuó, elaboró un séptimo panfleto y creció en células clandestinas con el objeto de hacer crecer la resistencia contra el Régimen.

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