El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
-Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti muchas cosas malas ...
- ¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme? - ¿Y cuales son estas?, pregunto el discípulo.
La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? Contesto el filosofo - No. Lo oí comentar a unos vecinos.
Responde el discípulo - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que quieres decirme, replico el discípulo ¿es bueno para alguien?
- No, en realidad no. Al contrario... - ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto té inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
jueves, 31 de enero de 2008
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